11.7.12

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Se me hacen chistosísimos los apodos que le ponemos a nuestros grupos de amigos cuando crecemos.  Hasta la persona más seria puede haber pertenecido a un grupo apodado de alguna forma de lo más inapropiada y/o singular.  Mi mamá, por ejemplo.  Mi madre es de las personas más serias y conservadoras que me vienen a la mente: no le gustan las multitudes, los ruidos, la música fuerte y le molesta de sobremanera que la gente diga majaderías, así que ni en un millón de años me podía haber imaginado que en la universidad perteneciera a un grupo al que apodaban "Los Chatos" en donde no sólo era la única mujer, sino que además sus condiscípulos eran borrachísimos y parranderos, tanto que uno de ellos llegaba en vivo a los exámenes y aún así sacaba las mejores calificaciones.
Agregue un libro de medicina y listo.

Esta anécdota inmediatamente me remite a mi propio grupo de la prepa "Los Lacras" donde también yo era la única mujer, y en donde, bueno, efectivamente lacreábamos mucho, pero no nos emborrachábamos... tanto (por lo menos yo no me emborrachaba nada, awww).  Otros grupos tenían nombres muy curiosos y tan explícitos que tan sólo con el nombre se definía el status quo de sus miembros, como otro al que pertenecí, constituido exclusivamente por féminas, apodado muy atinadamente "Las Puchas" (finísimas personas, éramos); otro de estos grupos era "Los Miserables" y hasta la fecha no sé por qué se denominaban así, y mucho menos puedo separar ese nombre de una de las obras más famosas de la literatura universal, Los... eh... Miserables, obviamente.

Casi 10 años han pasado desde la formación de esas épicas alianzas y aún no entiendo la relación entre estos jóvenes de cierta manera privilegiados y personajes como Jean Valjean, Fantine y los Ternadiere, que vivieron situaciones de verdadera miseria.  Y con verdadera miseria me refiero a escapar de una vida en prisión, prostituirse para vivir y luchar en la Revolución Francesa, no pendejaditas como no poder ir al concierto de Café Tacuba en el teatro Galerías (aún me pesa) o que las cervezas en las Rave costaran $40 (aún no puedo creer lo que nos sorprendía en esos entonces). 

Y bien, los verdaderos Miserables vienen de la imaginación de Victor Hugo, allá por de 1862, y narra las desventuras del preso convertido en aristócrata Jean Valjean y su eterno persecusor Javert; la desafortunada empleada de fábrica convertida en prostituta Fantine y su hija Cosette, quien es criada como propia por Valjean, y los que le dan nombre a la novela, todos aquellos que vivían en la miseria, oprimidos y descontentos por la situación de su país, en París en tiempos de la Revolución.

"Los Miserables" 2012, próximamente.
 Los Miserables es una historia atemporal que refleja una gama amplísima de las emociones y actitudes más humanas posibles, tocando temas sociales eternos como el bien, el mal, la justicia, la venganza, la ley, la ética.  No por nada es una de las historias más adaptadas en la historia del cine, el teatro y la televisión, siendo la primera de éstas en 1907 con una versión muda, pasando por una mexicana en 1974 con Sergio Bustamante como Jean Valjean, y la más reciente a estrenarse en diciembre de este año. Ésta última versión es a su vez una adaptación de uno de los músicales de Broadway más exitosos de los últimos 25 años Les Misérables (¡duh!), y cuyas canciones son consideradas como de las más emblemáticas del teatro musical contemporáneo.  Obviamente estoy traumada, sobre todo después de ver esto:

Yo también me sentiría miserable con ese corte, Anne Hathaway.

Esta película tiene todo para ser el hit de las vacaciones navideñas y, estoy casi segura, para varias nominaciones al Oscar: una historia que ha cautivado a generaciones enteras, una producción pesadísima, música maravillosa (que por cierto ya casi me aprendo) y un cast talentoso no sólo actoral, sino también musicalmente.  Tenemos a Hugh Jackman, ganador del Tony, Rusell Crowe, ganador del Oscar y músico, Anne Hathaway y Amanda Seyfried, la primera se ha presentado en el Carnegie Hall y ambas cuentan con entrenamiento profesional como sopranos y Samantha Banks, quien retoma su papel de Éponine, uno de los más ambicionados entre las actrices jóvenes de Broadway, después de haberlo representado en el 25 aniversario de la obra el año pasado.

Por desgracia, falta mucho para diciembre, para la Navidad y para el estreno de esta película, así que como extra, dejo una de las más graciosas y mejores adaptaciones de los Miserables, el musical, que he visto en mi vida. Fin.


Runt Valrunt, bad dog, bad bad dog.

Obviamente la música no es la misma, por aquello del copyright, pero lo que me resulta más gracioso es que la canción de Lovely Rita está basada en la canción Lovely Ladies que habla de, pues, prostitutas, ¡bien, Animaniacs, bien!

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